27 de septiembre de 2010

El encarcelamiento etarra

Hace unos meses conocí a una mujer que me sorprendió por su valentía, su fuerza y el ánimo con el que defiende sus ideas. Las defiende poniendo en peligro su propia vida, en defensa por la igualdad, el respeto, la democracia y los derechos humanos.

Una mujer, de tantas otras, que ponen su granito de arena por la defensa de unos ideales, que a corto plazo no parecen llegar a solventarse, pero que no decae y continúa aportando sus conocimientos, experiencias y verdades para el beneficio de una sociedad que vé el problema del País Vasco como algo lejano, excepto cuando la bomba la ponen en la casa contigua a la de un@ mism@.
Alejarse de su familia, de su tierra, vivir adoptada en otra ciudad, cambiarse continuamente de domicilio, compartir diariamente su tiempo vigilada por los cuidadores de su vida. ¿A dónde hemos llegado?. Al encarcelamiento vital.
Sólo quiero mostrar mi apoyo, admiración y ánimo a todas aquellas personas que luchan por mejorar la calidad de vida de los demás, por las que creen que otro mundo es posible y que son capaces de trabajar, de dedicar su vida a crear esos pequeños pero grandes cambios.

Dedicado a Gotzone Mora.