19 de octubre de 2020

CUANDO ME HAGA VIEJA, ME QUEDO EN CASA!!!

 

Iris Apfel empresaria, decoradora, y a sus 99 años modelo de una de las firmas de maquillaje y cosméticos más prestigiosa del mundo, de pronto se ha convertido en una "estrella geriátrica" como ella misma afirma. Y se queda en casa!!

Y es Louise Glück la escritora estadounidense de 77 años bajo la etiqueta de "la poeta que te toca las entrañas" gana el Premio Nobel de Literatura de este 2020 después de haber pasado por una terrible anorexia, trastorno del comportamiento alimentario, propio de finales del siglo XX y más que instaurado en el XXI. Activa, moderna, símbolo e icono del existencialismo, del que llega adentro. Y se queda en casa!!

Y la Gran Diva europea Sofía Loren que a sus 86 años sigue protagonizando películas con "La vita davanti a sé". Y fue en el año 2007 con 72 años portada del prestigioso y exclusivo calendario Pirelli. Y a pesar de parecer que ha tenido una vida llena de riqueza y glamour, no siempre ha sido así. Vivió una guerra en su infancia, según cuenta en primera persona, rodeada de muerte, de hambre..No fue una infancia feliz. "Pero lo mejor de todo aquello fue sobrevivir", maravillosa frase, no es la única de ella:Envejecer puede ser agradable, e incluso divertido, si sabes cómo emplear el tiempo, si estás satisfecho de lo que has logrado y si sigues conservando la ilusión” (en sus memorias Ayer, hoy y mañana, publicadas en 2014). Nos quedamos con esto!!! Ella también en casa!!

Pongo tres ejemplos de mujeres, hay muchas más...como bien sabemos somos más longevas que ellos, vivimos 85,9 años de media frente a 80,5 de ellos, pero por desgracia no mejor. Es la llamada feminización de la vejez. Las mujeres son mayoritarias en la vejez, superando en un 32% a los hombres (5.145.437 y 3.911.756 respectivamente), y esta principalidad es aún más acentuada cuanto más avanzada la edad. Sin embargo nacen más hombres que mujeres, y este exceso se mantiene hasta que la mayor mortalidad diferencial masculina elimina esa ventaja inicial, muchos años después. Ahora se alcanza el equilibrio entre sexos hacia los 50 años, gracias a las mejoras de la supervivencia general, pero en las primeras décadas del s.XX, la edad en la que las mujeres excedían en número a los hombres en cada cohorte de nacimiento era en torno a los 14 años.

L a estructura por edades de la población cambiará en el futuro. Hacia 2050 las personas mayores casi habrán duplicado sus efectivos actuales. La población en edad laboral (16-64) y los niños (0- 15) habrán reducido su peso. Los mayores duplicarán la cifra de niños. La pirámide habrá desarrollado una forma de “pilar de población”, si se mantienen los supuestos de fecundidad, mortalidad y migración prevista. La generación del baby boom iniciará su llegada a la jubilación en torno al año 2024, quedan escasamente 4 años. Así la presión sobre los sistemas de protección social continuará aumentando y será muy notable en la década de los 40.

Este oxímoron de vejez y juventud dos caras de la misma moneda como reflejaba Heráclito, dos partes que corresponden a lo mismo representa nuestra realidad. Mayores con capacidades mentales en pleno uso y disfrute de sus facultades, unidos a cuerpos que los encarcelan. O profundas ausencias del aquí y ahora con físicos sanos y vigorosos, es muy duro ser capaz de coger una cuchara pero no saber para qué sirve. También existen aquellos que no están ni en su psique ni en su soma como bien relataba Winnicott, diferenciando así o uniendo más bien mente y cuerpo con una disociación difícil de encajar para nosotros..Complejo vivir en una mente enferma, con un cuerpo sano y viceversa. 

Envejecimiento territorial. Asturias, Castilla y León, Galicia, País Vasco, Cantabria y Aragón son las comunidades autónomas más envejecidas con proporciones de personas mayores que superan el 21%. Baleares, Murcia, y Canarias son las comunidades con proporciones más bajas, por debajo del 16%. Respecto al volumen, y en consecuencia lógica de su volumen de población total, Cataluña, Andalucía, y Madrid son las comunidades con más población de edad, y superan el millón de personas mayores cada una.

En total hay en España 9,7 millones de pensiones del sistema de Seguridad Social (media de 2019). Según su clase, las pensiones de jubilación (6 millones) son las más frecuentes, seguidas por 2,4 millones de pensiones de viudedad. El importe medio de la pensión de jubilación (la clase más numerosa) ha superado el umbral de los mil euros (1.138 euros/mes en 2019). Se siguen manteniendo las disparidades regionales en pensiones medias de jubilación, consecuencia de diferentes trayectorias laborales. País Vasco, Asturias, Madrid y Navarra tienen las pensiones de jubilación más altas; Extremadura, Galicia (con pensiones por debajo de mil euros), Murcia y Andalucía, las más bajas. Otra brecha notable aparece cuando se comparan cantidades medias de todas las pensiones por sexo. Las pensiones de las mujeres son más bajas que las de los hombres, debido a sus diferentes carreras laborales, ocupaciones, o por tener otro tipo de pensiones (viudedad, etc.).

Durante la vejez y hasta las edades muy avanzadas, la edad aumenta la probabilidad de vivir en soledad. En España, se viene observando en los últimos años un incremento de los hogares unipersonales en personas de 65 y más años, aunque las proporciones son todavía menores que en otros países europeos. La proporción es mayor entre las mujeres que entre los hombres (2018: 31,0% frente a 17,8%) pero en éstos ha habido un aumento notable en los últimos años. La forma de convivencia mayoritaria entre los hombres de 65 y más años es la pareja sola (sin hijos ni otros convivientes), y en el futuro se espera que aumente, y tenga consecuencias en la redistribución de los cuidados dentro del hogar, con el hombre teniendo algo más de protagonismo como cuidador.

Son varios los handicaps con los que nos encontramos cuando tenemos mayores cerca, por un lado la cultura del abandono y falta de apego o incluso el juzgar nuestros sentimientos (o el juicio ajeno) cuando tomamos la decisión de que nuestros padres o abuelos vayan a una residencia. En Galicia los precios son desorbitados y si el mayor tiene una pensión próxima a los 1.000€ o alguna propiedad no accede a la residencia pública, exclusivas para pobres de solemnidad y/o personas con un desamparo familiar y social importante. 

Nos encontramos ante situaciones en las que ambos miembros de la familia trabajan, tienen o no hijos a su cargo y una persona mayor cerca que comienza con un deterioro cognitivo o físico que le impide realizar las actividades propias de la vida diaria y que ya no puede estar sólo. Que no quiere ir a una residencia, o sus hijos no quieren que vaya o no tienen los suficientes recursos económicos para afrontarla. Ante estas disyuntivas vitales que antes o después todos nos plantearemos y huyendo de catastrofismos recurrimos a lo que antiguos griegos denominaban "eudaimonía", un término bastante escurridizo que incluye el concepto de suerte. Pero en italiano, portugués y español se la conoce respectivamente como "felicità", "felicidade" y "felicidad". Al final es de lo que se trata la vida, ¿no?.

La mayoría de los estudios de investigación universitarios reflejan que las personas que envejecen en sus casas son más felices. Fundamental en compañía, nunca sólas y con la ayuda necesaria para lo que se necesite. Si quieres y puedes ya sabes, en casa!!!