En una larga conversación me preguntaron, desde un punto de vista psicológico, qué tiene de malo la prostitución, mi opinión política ya está plasmada con anterioridad.
Según las creencias judía, cristiana y musulmana, Adán y Eva fueron los primeros seres humanos que poblaron la Tierra. Según la Biblia y el Corán, Adán fue creado primero, y Dios, al verlo sólo, decidió que necesitaba una compañera que partía de una costilla de él. Este fué el inicio relacional para los creyentes.
Actualmente van en aumento los hogares de menos miembros. En España hay cerca de 3.000.000 de personas que viven sólas, lo que provoca, aislamiento social, mayor probabilidad de manías, obsesiones, depresiones, trastornos de personalidad y cambios bruscos de humor. Todo ello favorece el padecimiento a medio y largo plazo de demencias, adicciones (alcohol, drogas..), síndrome de Diógenes y pensamientos suicidas.
La prostitución hace que hombres con dificultades para relacionarse no mejoren sus habilidades sociales, ni trabajen su empatía para conocer otras personas, su autoestima se ve condicionada al prepago lo que produce un autoconcepto negativo de sí mismos y de su autoidentidad. Al cubrir su necesidad biológica con el pago del "servicio" se elimina la necesidad física. Y su búsqueda del otro/a es ausente, biológicamente se deshecha la obligación de entablar, relacionarse y convivir. Todo ello crea una personalidad muy introvertida, solitaria, depresiva y con fobia social.
Por otra parte, aquellos que sí presumen de no tener dificultades para empatizar, suelen ser personas que ven al otro/a como inferior, donde las relaciones de igual a igual son complicadas por su baja autoestima y poca seguridad en sí mismo/as. El pago soluciona su necesidad física temporal, lo que limita su crecimiento personal y empeora su contexto, su sistema. En estos casos la impulsividad, el trastorno maníaco depresivo, las conductas de riesgo, el consumo de drogas y la irritabilidad son el dominante.
Existen en este siglo XXI diferentes motivos biopsicosociales que fomentan la ausencia de esa relación en positivo de "Adán y Eva" y la prostitución es uno de ellos.
Cada día me sorprende más este mundo, hoy todo se compra y se vende, incluso el cariño que necesitamos en muchos momentos y así nos vá, el mundo se está volviendo individual, no colectivo, independiente y sin mirar hacia el que tenemos al lado, sin mirar a los ojos.
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